Dos soluciones para la prostitución pero una única causa
Dos soluciones para la prostitución pero una única causa: "Si hubiera menos precariedad, muchas no ejercerían"
El hecho de que estos abusos se cometan pagando y legalizando la prostitución, no curan los profundos daños físicos y psíquicos de sus cuerpos y sus mentes. En cuanto a las depresiones que, como es sabido, afectan a nivel mundial, casi tres veces más a las mujeres que a los hombres, padeciéndola un 7% de la población femenina. Este porcentaje se multiplica por 10 en el colectivo de las mujeres prostituídas, llegando a ser un 70% las que sufren depresión.
Este modelo entiende que la prostitución vulnera por sí misma los derechos humanos y conlleva, de suyo, una dominación total del hombre sobre la mujer que es expresión de la desigualdad entre sexos y de un modo de violencia de género. Las penas contempladas para estos delitos de prostitución podrán imponerse sin perjuicio de los posibles concursos que puedan conexionarse con delitos de agresiones o abusos sexuales cometidos sobre la persona prostituída -ya sea mayor, menor de edad o personas con discapacidad necesitadas de especial protección-. 2º) Las conductas que induzcan, promuevan, favorezcan o faciliten la prostitución o explotación sexual de menores de edad o personas con discapacidad (ex art. 188 CP). A pesar de que la democracia fue restaurada en 1975, no se revisó el Código Penal hasta 1995 en el cual la mayoría de las leyes que repelían la prostitución fueron abolidas, excepto aquellas relativas a menores y personas con problemas mentales. Revisiones posteriores en 1999 se dirigieron a penalizar el tráfico de personas y en el 2000 la ley de Inmigración siguió otros precedentes europeos de ayuda a víctimas de tráfico dándoles asilo si colaboraban. Para el estudio del bien jurídico protegido por este delito es necesario primero distinguir quién es el sujeto pasivo.
Las prostitutas desempeñaron un papel en varias celebraciones religiosas romanas, principalmente en el mes de abril, sobre las cuales presidió la diosa del amor y la fertilidad Venus. Si bien la prostitución fue ampliamente aceptada, las prostitutas a menudo se consideraban vergonzosas. Tanto en la Antigua Roma, como en la Antigua Grecia, la libertad sexual permitía que este tema no fuese tomado como tabú, sino con total naturalidad. Eran civilizaciones mucho más evolucionadas que la nuestra comprendiendo la sexualidad en todos sus sentidos, incluso con la homosexualidad, pues era venerado el cuerpo humano como belleza, independientemente de ser hombre o mujer, y eso lo podemos apreciar en el arte de la época. El Antiguo Oriente Próximo era el hogar de muchos santuarios, templos o “casas del cielo”, que estaban dedicadas a varias deidades.
Los hombres y los transexuales son parte también de esta realidad, pero siguen siendo, desde el punto de vista cuantitativo, una realidad residual, lo que sitúa claramente la prostitución en el marco de las relaciones desiguales entre hombres y mujeres. En efecto, abordar la prostitución supone introducirse en un grupo social que, precisamente por su ausencia (actual) de regulación en nuestro país, carece de datos demográficos que puedan consultarse en bases de datos tales como el INE o EUROSTAT. Esta tendencia fue revertida en 1954 con la Ley de Vagos y Maleantes aprobada por el gobierno franquista, que establecía por primera vez penas de prisión para las personas que se dedicaban a la prostitución, dado que la consideraban una actividad "inmoral y perjudicial para la sociedad". La relación del régimen franquista con la prostitución se endureció a partir de 1970, con la 'Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social', que establecía medidas de internamiento y rehabilitación para las prostitutas. A pesar de esto, dado que los ayuntamientos sí que tienen competencias con respecto a la ordenación del territorio y a la regulación de las actividades económicas, pueden poner ciertos límites y barreras al ejercicio de la prostitución. Por ejemplo, pueden denegar las licencias a los locales de alterne donde se ejerza la prostitución (o actividades relacionadas con esta).
Incluso la Iglesia la permitió en algunos sitios, aunque era necesario que se distinguiesen de las “mujeres decentes”, por lo que su vestimenta era diferente a las de las demás. Los chiitas consideran todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio adecuado como haram. Al igual que los chiitas, los sunitas consideran que la prostitución es pecaminosa y prohibida.
Según la tradición, solían realizarse ciertas ceremonias en honor a la diosa de la fecundidad, donde las mujeres se golpeaban a sí mismas y luego ofrecían sus cabellos a la diosa. En la región de Canaán, una parte significativa de las prostitutas del templo eran hombres. Esto también se practicó ampliamente en la isla de Cerdeña y en algunas de las culturas fenicias, generalmente en honor de la diosa Ashtart. La primera prostituta babilónica estaba en un lugar llamado Hinchinopolises, que surgió de la familia de Hinchin.
El Código de Hammurabi, ya regulaba los derechos de herencia de todas las prostitutas. Como vemos, en la antigua Mesopotamia se reconocía la necesidad de proteger los derechos de propiedad de las prostitutas. En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos particulares de las hieródulas. Ambas denuncian el estigma y el paternalismo con el que se trata a las prostitutas por parte de las instituciones.
En cuanto a la nacionalidad de las mujeres que ejercen la prostitución en España, hay que tener en consideración que influye decisivamente el lugar donde se sitúa el proyecto y que las nacionalidades varían mucho y con mucha frecuencia, dependiendo de factores de procesos migratorios de distinta índole. En el periodo señalado, y de forma global, Nigeria y Brasil están entre los países de origen más frecuentes, teniendo también bastante representación República Dominicana, Rumanía y Colombia. Una excepción importante es Guinea Ecuatorial, que muestra un porcentaje bastante alto, pero solo está presente en Zaragoza, teniendo allí una dinámica propia y particular.
Si bien es cierto que este último agrava la pena, la prisión correccional pasa de tener una duración de 6 meses y 1 día a 4 años y 2 meses, y en el caso de que el reo fuera autoridad se le impondrá la inhabilitación temporal absoluta (de 6 años y 1 día a 12 años). trans en terrassa , se incluye un nuevo tipo penal, consistente en incumplir las disposiciones sanitarias de policía sobre la prostitución, con penas de multa de 5 a 25 pesetas. Si esto se percibe y se siente en relaciones estables y “legales”, imaginemos el tipo de energía que transmiten cada uno de los clientes que necesitan comprar los servicios de las prostitutas. Difícilmente podemos encontrar clientes y proxenetas que transmitan respeto, cariño o admiración hacia una prostituta. La prostitución se puede definir como la entrega sexual de una persona a otra, a cambio de una retribución económica. Sin embargo, no todas las conductas relacionadas con la prostitución son consideradas como delito.